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George Brittain Lyttle, Alias Dick Fellows: uno de los mayores bandidos de diligencias de California

George Brittain Lyttle, Alias Dick Fellows: uno de los mayores bandidos de diligencias de California... que no sabía montar a caballo


Cuando pensamos en los bandidos de diligencias, a menudo nos imaginamos vaqueros rudos y duros con burlas crueles y pistolas, que salen a caballo con su botín. Pero ese no fue el caso de George Brittain Lyttle, también conocido como Dick Fellows, quien se convirtió en uno de los forajidos más famosos del sur de California. A pesar de ser mejor conocido por su vergonzosa racha de fracasos en la equitación, Fellows también fue un fugitivo muy carismático que evadir años de prisión, una y otra vez. Esta es la historia de uno de los mejores bandidos de diligencias de California que, sorprendentemente, no sabía montar a caballo.


George Brittain Lyttle nació en el condado de Clay, Kentucky, a mediados de la década de 1840, p

robablemente en 1845 o 1846 (Redmon y The History Guy) (Ver Figura 1). Nació en una familia adinerada y comenzó a estudiar derecho. Sus estudios fueron interrumpidos por la Guerra Civil y se alistó en el ejército confederado en julio de 1863 (The History Guy). Cuatro meses después, en noviembre, Lyttle fue capturado por la Unión y fue puesto en libertad condicional más tarde en diciembre con la promesa de no volver a ir contra la Unión. Lyttle volvería a la facultad de derecho por un corto tiempo, pero pronto lucharía contra el alcoholismo, lo que afectaría la trayectoria de toda su vida. Termino abandonando la ley, dejaría Kentucky y se dirigiría al área del Valle de San Fernando en California en 1867 para comenzar una nueva vida (Redmon y The History Guy). Se puso un nuevo nombre, Dick Fellows, y se dedicó a la cría de cerdos. A pesar de un éxito inicial, la lucha de Fellow contra el alcoholismo pronto lo llevaría a perder su negocio, lo que provoco que convertiría en un ladrón de diligencias (Redmon).

Figura 1: Dick Fellows, alrededor de 1882, fotografía del Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California.


Fellows ejecuto varios robos exitosos con una simple táctica de esperar a que las diligencias llegaran a la ciudad y luego apuntándole con una pistola al conductor, quien le entregaría su Express Box, que normalmente contenía unos cientos de dólares (The History Guy). Finalmente, Fellows fue localizado en enero de 1870 después de tres años de delitos y enviado a la prisión de San Quintín, donde estaban recluidos muchos de los mayores forajidos de California (Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California, Harvey, Redmon) (Ver Figura 2).

Figura 2: Esquema de San Quintín tal como era en la década de 1870, fotografía del Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California


Mientras estuvo en San Quintin, Fellows fue un prisionero ejemplar. Inteligente y entusiasta, Fellows trabajó en la biblioteca de la prisión y enseñó educación y escuela dominical a los compañeros reclusos y aparentemente se estaba arrepentido por sus acciones. El entonces gobernador, Newton Booth, perdonaría a Fellows en 1874 tras cumplir la mitad de su condena de ocho años (Redmon and The History Guy).


Una vez liberado, Fellows volvió a intentar administrar un negocio, pero su lucha contra el alcoholismo continuó y fracasó. Fellows volvio nuevamente al robo. En noviembre de 1875, Fellows vivía en Caliente, en el condado de Kern, donde ideó un plan para lo que habría sido uno de los robos de diligencias más grandes en la historia de California. Planeaba robar un enorme envío de Wells Fargo de 240.000 dólares en barras de oro (Redmon). Fellows alquiló un caballo para llevarlo al lugar donde planeaba robar la diligencia, pero el caballo lo arrojó antes de que pudiera llegar muy lejos y quedó inconsciente durante varias horas, perdiendo así su oportunidad de realizar el mayor robo (The History Guy). Después de ese accidente nació la leyenda de Dick Fellows, el forajido que no sabía montar a caballo.


Fellows todavía estaba decidido a obtener parte de ese dinero y planeó robar la misma diligencia en su camino de regreso a la ciudad aproximadamente una semana después (The History Guy). Se enfrentaría al conductor y se llevaría con éxito la caja fuerte. Sin embargo, Fellows pronto se dio cuenta de que no tenía forma de abrir la caja, que estaba bien cerrada. Luego, Fellows intentó escapar con la caja cargándola en su caballo, pero el caballo se asustó y salió corriendo, dejándolo abandonado en el desierto con una carga enorme (Ver Figura 3). Una vez más, un caballo lo había maldecido. Fellows intento llevar la caja fuerte a la ciudad, pero desafortunadamente se le atascó la pierna en un agujero, lo que provocó que se cayera y se rompiera la pierna (Harvey, Redmon, The History Guy). Sorprendentemente, con la pierna rota y todo, Fellows siguió luchando y entró a un campo de trabajadores chinos donde pudo robar algunas herramientas, entablillar su pierna y abrir la caja fuerte, llevándose 1.800 dólares, el equivalente a unos 50.000 dólares actuales (Departamento Correccional y Rehabilitación de California y Redmon).


Figura 3: Ilustración de Tom Phillips para “El forajido que no podía montar” de Western Horseman.


Una vez más, Fellows robaría un caballo para escapar. Este caballo había sido herrado recientemente o le habían dado herraduras nuevas anteriormente. Uno de estos zapatos era de mula, ya que el dueño se había quedado sin herraduras. Esta impresión única hizo que el caballo fuera fácil de rastrear y Fellows fue capturado cerca de Bakersfield (Harvey, Redmon, The History Guy). Fellows logro escapar brevemente, pero sería recapturado poco después. Fue enviado de regreso a San Quintín con otra sentencia de 8 años (Redmon).


Repitiendo la historia, Fellows volvió a convertirse en un prisionero ejemplar, tal vez porque se le privó del alcohol. Nuevamente enseñó educación básica a sus compañeros de prisión, también el español (The History Guy). Después de cumplir cinco años, el gobernador George Perkins lo perdono en 1881 y, en julio, Fellows fue liberado. Una vez más, Fellows intentaría dirigir un negocio legítimo como profesor de español, pero volvería a robar diligencias después de fracasar en su nuevo esfuerzo.


Fellows robo algunas diligencias en el condado de San Luis Obispo y cometio varios otros robos hasta enero de 1882 (Los Angeles Herald). Esta vez, mientras huía, Fellows intentó conseguir transporto con dos hombres manejando un vagón. Reconocieron a Fellows y sometieron, entregándolo al agente Van Buren, quien se lo entregó al agente Bark de Santa Clara (Los Angeles Herald). Cuando llegó a Santa Clara, Fellows logró convencer al agente para que se detuviera en un salón a tomar una copa. Al parecer, Fellows pidio brandy y se sirvio “un cuerno extragrande, a pesar de estar esposado” (Los Angeles Herald). Después de beber, tanto el agente Bark como Fellows abandonaron el salón y en cuanto llegó a la vereda, Fellows se hecho a correr hacia la calle. El agente le dispararía a Fellows y fallaría, y el camarero saldría tras él. Otros fueron alertados y pronto un grupo de cincuenta personas buscaban a Fellows en la ciudad, pero sorprendentemente no lograron encontrarlo (Los Angeles Herald).


Dick Fellows sería capturado nuevamente más tarde en Santa Bárbara. Nuevamente, intentaría escapar corriendo en un caballo robado, lo que, por supuesto, lo derribaría y permitiría ser capturado por última vez en abril de 1882 (The History Guy). Esta vez, Dick Fellows fue enviado a la prisión de Folsom con cadena perpetua (Redmon y The History Guy) (ver Figuras 4 y 5). Sorprendentemente, Fellows recibió otro perdón del gobernador James Gillett en 1908 después de haber pasado casi cuarenta años de su vida en prisión (Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California y The History Guy). Esto puso fin a la racha criminal de Dick Fellows. Lo que pasó después es incierto.


Figura 4: Admisión de Dick Fellows a la prisión estatal de Folsom, fotografía de The Santa Barbara Independent.


Figura 5: Prisión de Folsom, alrededor de principios de 1900, fotografía del Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California


Algunos sugieren que la familia acomodada de Fellows en Kentucky se ofreció a llevarlo allí donde no causaría más problemas (The History Guy). Algunos dicen que volvió a cambiar de nombre y vivió enseñando escuela dominical y escribiendo para revistas en otro estado (Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California). Dick Fellows desaparece de la historia y no deja más registros de dónde fue o cuándo murió: un final apropiado para una leyenda del salvaje oeste. Aunque fracasó espectacularmente en el trato con caballos, tuvo un éxito tremendo en la cantidad de robos y fugas que logró.

Referencias


California Department of Corrections and Rehabilitation. “Stagecoach Bandits Crossed Paths with California Prisons”, 2019, Stagecoach bandits crossed paths with California prisons -.


Harvey, Fred. Western Horseman, “Man Off a Horse The Outlaw that Couldn’t Ride”, Illustrated by Tom Philips, 1959, Man Off A Horse - Western Horseman.


Los Angeles Herald. University of California Riverside California Digital Newspaper Collection, Volume 16, Number 140, February 2, 1882, Los Angeles Herald 2 February 1882 — California Digital Newspaper Collection (ucr.edu)


Redmon, Michael. The Santa Barbara Independent, “The Bandit Dick Fellows Daring and Ineptitude Marked His Career”, 2015, The Bandit Dick Fellows - The Santa Barbara Independent.


The History Guy. YouTube, “The Outlaw Who Couldn’t Ride a Horse: Dick Fellows”, 2017, The Outlaw Who Couldn't Ride a Horse: Dick Fellows - YouTube.


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