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La Gripe Española - En Español

El Antelope Valley no es ajeno a la gripe. En 1918, el Hotel Western se transformó en una clínica en respuesta a la pandemia de gripe española que infectó a aproximadamente 500 millones de personas en todo el mundo.


A pesar de su nombre, la Gripe española no se originó en España. Las investigaciones realizadas a finales del siglo XX y principios del XXI indican que la gripe española se desarrolló por primera vez en el condado de Haskell, Kansas, en marzo de 1918. El nombre de la gripe de 1918 se debe al hecho de que el gobierno español fue el primer gobierno en reconocer oficialmente la pandemia.


El condado de Haskell albergaba una gran base del ejército de los Estados Unidos llamada Camp Funston. Más tarde, rebautizada como Fort Riley, la base albergaba a todo el personal del ejército del condado. El primer caso de gripe española en Camp Funston se informó el 4 de marzo de 1918. Se confirmó que se habían desarrollado un total de 1,127 casos entre el personal alistado en Camp Funston. El número exacto de soldados infectados con gripe probablemente fue mucho mayor.

El desarrollo de la gripe española coincidió con la última parte de la Primera Guerra Mundial, que había estado asolando Europa desde 1914. Estados Unidos entró oficialmente en la guerra en abril de 1918 y estaba haciendo preparativos para movilizar las tropas a principios de marzo. Como tal, el personal del ejército de Camp Funston estaba siendo transferido a otros campos del ejército en los Estados Unidos y en el extranjero a Europa. Es en este contexto que la gripe española pudo extenderse por el mundo con tanta rapidez.


A pesar de su relativo aislamiento y falta de desarrollo, la gripe finalmente llegó al Antelope Valley.


La propietaria del Hotel Western, Myrtie Webber, ayudó a Mom Evert y al Dr. Arwine con el tratamiento de los lugareños afectados por la gripe. Mom Evert fue admirada universalmente por los residentes de los primeros años de Lancaster, ya que a menudo ayudaba a cuidar a los enfermos y personalmente ayudaba a muchos habitantes del pueblo cuando sus hijos nacían.


El Dr. Arwine fue uno de los dos médicos que se sabe que residieron en los inicios de Lancaster. Como uno de los pocos médicos profesionales disponibles para la comunidad incipiente, el Dr. Arwine dependía en gran medida de voluntarios dispuestos a ponerse en riesgo por la comunidad. Gracias a la generosidad y el coraje de personas como Mom Evert y Myrtie Webber, muchos de los primeros residentes del Antelope Valley pudieron recuperarse de la gripe española.


En última instancia, la gripe española se presentó como un pequeño revés en el desarrollo del Antelope Valley. Las diversas industrias del Antelope Valley no tardaron en recuperarse de la pandemia. El ferrocarril y el acueducto, así como las industrias minera y agrícola, continuarían sirviendo como fuentes de empleo e ingresos para los residentes locales.


La gripe española no solo sirve como un caso de estudio sobre cómo responder a una pandemia moderna, sino también como un mensaje de esperanza. A pesar del impacto masivo de la gripe española en todo el mundo, la sociedad se recuperó y la vida volvió a algo parecido a la normalidad. Mediante el sacrificio colectivo y la generosidad, la sociedad perseveró.





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