Por: Edwin Vasquez
El sábado pasado, en la Iglesia del Sagrado Corazón de Lancaster, tuvo lugar una misa y una celebración en honor a nuestra Señora de Guadalupe. El equipo de #CountMeIn organizó una actividad de dibujo con tiza y dio la bienvenida a todos los que quisieron participar. Estaba nublado y con posibilidad de lluvia; por lo que, en lugar de pintar en el piso, utilizamos mesas donde se proporcionaron hojas de papel negro junto con cajas de tizas especiales, cuyos colores se intensifican cuando se dejan en el agua durante un par de minutos; además de plantillas, trapos, guantes y fotos de la Virgen para referencia.
Me invitaron a entrar en un salón comunitario para anunciar nuestro evento, el cual se estaba llevando acabo afuera en el patio bajo techo. La sala estaba llena de familias almorzando. Fui testigo de una gran diversidad de razas, todas en una habitación pasándola muy bien y unidas por su fé, mientras un cantante mexicano entretenía a la audiencia. Cuando terminó su canción, el público le dio una cálida ronda de aplausos. Hice el anuncio en español.
Nuestro evento estaba programado para comenzar a las 2:30 p.m., pero la respuesta fue tan buena que comenzamos a la 1:00 p.m. La música proveniente del interior de la cafetería nos dio la sensación de ser parte de una gran celebración; la gente adentro gritaba "Viva la virgen de Guadalupe", y todos en una sola voz lo repitieron varias veces, seguido de aplausos y vítores.
Una de las participantes de mayor edad, la Sra. Stela Rodríguez, estaba creando una imagen de la Virgen usando una plantilla. Estaba realmente inmersa en su pintura, tenía una sonrisa suave y me hizo preguntarme si tal vez estaba hablando con la Virgen cada vez que dejaba una marca en el papel.
Una niña pintaba a la Virgen bajo la supervisión de su padre. Él fue muy paciente y solidario. Cada vez que ella se sobresaltaba, él le recordaba con calma que respirara suavemente y luego ella se relajaba y continuaba pintando. “Ella es mi hija adoptiva”, dijo suavemente y me contó su corta historia de vida; quedé muy conmovido porque, en mis ojos, este hombre es realmente un superhéroe.
Otro participante en el taller fue un hombre de voz suave que llevaba una camisa blanca. Le expliqué en español la mejor forma de usar la tiza. Comenzó a pintar de inmediato como si supiera lo que quería expresar. Le traje un par de fotos de referencia, pero él sabía de memoria la imagen de la Virgen de Guadalupe. Noté que su imagen no tenía rostro, le pregunté al respecto y su respuesta aún resuena. Él dijo: "La virgen somos todos nosotros, su rostro es nuestro rostro, cuando la vemos, nos vemos a nosotros mismos, es por eso que tenemos que amarnos y respetarnos mutuamente." Le pregunté si podía entrevistarlo, declinó. No lo vi irse, pero dejó la obra de arte sobre la mesa.
Entonces, ¿qué fortalece a una comunidad? ¿Es su gente, la comida, la música, quizás su fé? No sé la respuesta con certeza, pero pude ser parte de este evento artístico con nuestro equipo de #CountMeIn, cuya intención era informar a las personas sobre el censo y la importancia de ser contados. A cambio, me recordaron lo que es la unidad, el amor desinteresado y el respeto. Me recordaron que fé en la humanidad significa hacer lo correcto, por las razones correctas. Una comunidad fuerte es la que abre los brazos a todos sin importar de dónde vengan. La Iglesia del Sagrado Corazón es una comunidad fuerte.
